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sábado, 29 de agosto de 2020

León Lucien


Esta es una mitología.

Cuentan que cuando nací, todos ya sabían que iba a ser varón y me llamaría León, por Trotsky. Mi padre, Orlando David, había heredado su nombre del mestizaje deseante de su madre, Blanca y su padre José David. Orlando, como el Furioso de Ariosto y David, por su padre. 

Cuentan también que ambos no tuvieron buena relación; que el rechazo a su padre, provenía de las malas artes de mi bisabuela Barbarita, que conmovida por el abandono del médico en prácticas que había preñado a su hija, se juró sembrar en su nieto un odio tsunámico en contra del indio de Riobamba. 

Lamentablemente así ocurrió y mi padre cortó para siempre con su padre, al punto que -cuentan los que saben-, logró expulsarlo del país y para ello fue parte de la vanguardia de la reforma universitaria de Manuel Agustín Aguirre, la que instauró el libre acceso a la educación universitaria y de paso expulsó a la Universidad de Pittsburg de la Universidad Central del Ecuador, ya que habían colonizado con la institución de una facultad de Ciencias Exactas (donde estudiaba mi padre, por cierto).

José David, mi abuelo, cuentan que se fue a Pittsburg, como catedrático de Anatomía, se llevó a su familia funcional y se hizo gringo. Yo no lo conocí, aunque fue profesor de Biología de mi madre en el Colegio Espejo de Mujeres y compañero de mi abuelo materno, tanto en el Colegio Mejía como en la Universidad Central, donde ambos eran profesores. Todo esto era un secreto a voces.

Llevamos con orgullo y amor el apellido de mi abuela Blanca y mi padre, a pesar de que pensó no proyectar en nada ni nadie, la imagen de su padre, nunca más, me puso León, por Trotsky, ajeno, tal vez inconsciente de que el apellido le otorgaba a Trotsky, un nombre singular (el nombre del Padre, que diría Lacan):

León Davídovich Bronshteyn.

Mi padre no fue un hombre que construyera en mí una confianza en el Estado y la democracia que nos gobierna. Siempre desde muy pequeño me hablo de la ficción política que organiza la vida de la explotación capitalista. Cuentan, los que saben, entre ellos mi madre, que no inscribieron mis nombres hasta bien entrados un par de años de mi vida. Yo ya era León, el deseado León del amor que los unió, pero también (para mi peso), el deseado Trotsky para la transformación social en el Ecuador. Nunca saben los padres, con cuanta carga nos pesan al nombrarnos...

Una vez, también cuentan, que la lucidez de un compañero de partido de mis padres, un tal Mesías, que había ido a visitarlos para conocer al guagua, había reflexionado en voz alta: 

- “Oye Orlando, ¿cómo le pones León a este guagua tan dulce..? ¿Y tú le dejas, Amanda? Este guagua no puede llamarse solo León, ¡qué duro! - Y dándose la vuelta sobre sus pies, se encontró con una biblioteca llena de libros proscritos por la dictadura y eligiendo detenidamente, sacó un libro y continuó...

- “Lucien, así tiene que llamarse: León Lucien”, refiriéndose a Lucien Sebag, antropólogo marxista del que mi padre tenía algún tratado sobre posestructuralismo, me parece. Habría una hermenéutica que me ata a Lacan, en tanto que Sebag fue su analizante... 

Mis padres tomaron la iniciativa como propia y así terminé llamándome.

Las personas que me conocen hasta que cumplí los diez años de edad me llaman Lucien. A mi abuela Filomena le pareció muy adecuada la sugerencia del amigo del Partido Socialista Revolucionario del Ecuador, y al sonido afrancesado de mi segundo nombre, lo instituyó como si fuese mi primer y único nombre; mi abuela paterna, en cambio, de escuchar que mi padre y mi madre solo me llamaban León, me decía Leoncito.

Cuando, por un cambio radical de vivienda, dejamos Quito para vivir en Tumbaco, de sol, campo y 45 minutos de bus para el colegio, una vez, cuando me preguntaron mi nombre en el colegio (en el mismo Colegio Mejía de mis abuelos, mis tíos, mi padre y yo), respondí imbuido de una fuerza que no era propia, pero que la reconocía como mía, fírmemente: Me llamo León. Ya siempre me llamé León a partir de ese momento y mucha de esa gente que me conoce de antes de los diez años, y aquellos de la rama familiar de mi madre, todavía se atragantan cuando me tienen que llamar León, porque para ellos soy Lucien.

Mi primer baño con la mamitafilo.



Mi abuela Filomena, que acaba de morir, me decía Lucianito; mi abuelo Pucho, Lucio; Amanda, mi madre, algunas veces, Lucindo... 

¿Quién soy yo para atragantarles con mi nombre a las personas que me quieren?

Si finalmente debí llamarme León David, por cosas de la mitología, soy fundador de una nueva rama en esa narración ancestral, que desplaza al David por Lucien, aunque seré siempre León, por Trosky, que me recuerda a mi padre.

Llamadme como el afecto os remita, muchas gracias.

martes, 21 de marzo de 2017

La Cultura Maltratada*


La forma en la que el alcalde Mauricio Rodas entiende la cultura ha sido cuestionada por varios sectores, que sostienen que privilegia el espectáculo por sobre el arte.
"El circuito de las artes contemporáneas en el Ecuador es reducido y muy hermético; así, se puede verificar con una revisión simple que los ganadores de una edición son miembros del jurado en otra o en los diferentes fondos concursables de otras instituciones estatales". León Sierra, defenestrado coordinador del Centro de Arte Contemporáneo, denuncia la situación de la cultura oficial en la administración del Distrito Metropolitano de Quito.
León Sierra Páez

En las últimas semanas estuve en el ojo del huracán de un intenso debate sobre gestión y política pública cultural, que nos ha permitido generar importantes reflexiones sobre el rumbo de la gerencia de la cultura en el Distrito Metropolitano de Quito, y que expongo a continuación.

Partamos del hecho claro de que administrar los recursos públicos de cultura no significa que administras la cultura y ese, aunque parezca un concepto obvio, es un detalle importante para entender las graves desviaciones que tiene la gestión del sector en la ciudad que no logra superar vicios históricos que se toleran y legitiman en la gerencia de la política cultural, como si se tratara de una seña de identidad. De entre todos los defectos de gestión, en mi criterio, hay dos que son los más peligrosos para la garantía de derechos culturales:

UNO. La ausencia de visión estratégica o de cómo tratar mal a la cultura.

La administración de lo público ha de partir del reconocimiento que tienen los ciudadanos de gozar de derechos culturales y de la obligación que tienen las instituciones de garantizarlos. En tanto la Política Pública es el continente estratégico que orienta las acciones del sector en base a unos objetivos generales, la gestión cultural es el contenido específico que define las herramientas, recursos y procesos para alcanzar esos objetivos.

Sin planificación estratégica, toda acción es errática y la Secretaría de Cultura de Quito, a cargo del fotógrafo Pablo Corral, a un poco más de la mitad del periodo del alcalde Rodas, aún no ha definido una política pública sobre objetivos estratégicos para la gestión cultural. En primer lugar, porque no cuenta con un diagnóstico actualizado ni del inventario, ni de las necesidades concretas de la ciudad (¿georeferencia? ¿Qué es eso?)… Como si la cultura pudiera obviar la tecnología y la planificación.

En segundo lugar, porque carece de una plataforma de sistematización y divulgación de las acciones realizadas, y por lo tanto, no hay un registro de la huella cultural de la ciudad como referencia, para diseñar planes estratégicos (¿repositorio? ¿Qué es eso?). Recién en enero de 2017, y a partir del modelo de gestión que propusiéramos desde la coordinación del Centro de Arte Contemporáneo, la SECU anuncia orgullosa la creación de un repositorio digital ¡Bravo! Pero ¿Sabe cómo utilizarlo en planificación y estrategia? ¿O es otra pesca de oído?

Seis meses atrás, en junio de 2016, el Secretario Corral sorprendió a la ciudad con la noticia de que se había aprobado la resolución 015 sobre derechos culturales que resultó ser (tal como lo anuncia en el primer párrafo), una declaración de principios, un tazón de agua tibia en donde, de manera elemental, se puso a remojo a todas las instituciones que conforman la “Red Metropolitana de Cultura”, un documento genérico (y pobremente redactado), en el que básicamente se resuelve que todas las instituciones de cultura del DMQ están bajo la autoridad directa de la Secretaría de Cultura pero no establece objetivos estratégicos, ni metas a largo plazo ni dice cómo estas instancias en red deberían interactuar.
Sin planificación estratégica, toda acción es errática y la Secretaría de Cultura de Quito,  a un poco más de la mitad del periodo del alcalde Rodas, aún no ha definido una política pública sobre objetivos estratégicos para la gestión cultural.
En cuanto a la gestión específica y según su propia autodefinición, la Secretaría debería: “...En base a las competencias de una rectoría que debe impulsar políticas públicas distritales, en materia cultural con énfasis en el fortalecimiento del campo de las artes y la cultura, mediante la aplicación de planes, programas, proyectos y sistemas de fondos concursables que estimulen y fortalezcan los ciclos de la producción creativa...” Pero no existen documentos que contengan esos “planes y proyectos”, no hay un modelo de gestión de la Red de Cultura en el DMQ, no se establecen roles, plataformas, instrumentos de gestión y evaluación. No existe un modelo de planificación que grafique el impacto esperado de la inversión en cultura. No se establecen los mecanismos de acceso y democratización y mucho menos los de evaluación y monitoreo o rendición de cuentas.

La conformación de la red de cultura del DMQ incluye instancias netamente municipales y otras de carácter privado que actúan con fondos públicos y con criterios absolutamente discrecionales como las Fundaciones (teatros y museos) que tienen una naturaleza contradictoria: en tanto instituciones de derecho privado aplican el Código del Trabajo y sus empleados son la mano de obra barata de la cultura en Quito; por ejemplo, si en el Municipio de Quito bajo la LOSEP el salario más bajo es el de cuidador de servicios higiénicos con 543 USD, en la Fundación Museos de la Ciudad un mediador educativo con grado universitario y hasta maestría gana 600 USD, trabaja los fines de semana en horario rotativo y solamente tiene quince días de vacaciones al año. Por otro lado, las fundaciones son mecanismos cuasi discrecionales de contratación de bienes y servicios culturales que están en permanente disputa y, programan espacios simbólicos de legitimación (teatros y museos) que también son altamente codiciados por los actores culturales, pero lo hacen sin una plataforma estratégica que garantice la democratización del acceso a esos recursos; termina siendo campo de batalla del siguiente gran problema:

DOS. Prácticas clientelares y de grupos de presión particulares.

Sí, mi estimado lector, entendió bien, se trata de erradicar lo que se conoce como “las argollas”. La gestión de lo público debe democratizar el acceso a bienes y servicios, promover la participación activa de todos los sectores involucrados y garantizar la transparencia de las acciones. Esta es una trilogía dorada que blinda a cualquier administrador de ser víctima de la arquitectura del chantaje sobre los recursos públicos y esto solamente se logra con una planificación estratégica sólida; sistemas eficientes de accesibilidad, publicidad y transparencia de la gestión, elementos de los cuales carece la ciudad de Quito al día de hoy.

En esta administración, la Secretaría de Cultura parece sufrir de Síndrome de Estocolmo con un minúsculo colectivo de artes contemporáneas que extorsiona a las administraciones de museos a través de la propia Secretaría, que toma decisiones completamente erráticas sin más fundamento que el chisme de red. Ofrece museos que no puede cumplir, hace cambios de dirección sin ningún sustento técnico y se angustia por esconder la basurilla bajo la alfombra, con el argumento de que (cito correo del Secretario Corral, tres días antes de que se me anuncie la destitución del cargo de Coordinador del CAC[1], en reclamo a una aclaración que hice respecto a manejos incoherentes de los recursos de la FMC a través del CAC en anteriores administraciones, las negrillas son mías): "...anteriores coordinaciones pertenecen a la misma administración del alcalde Rodas. Me parece gravísimo hacer comentarios negativos sobre ellas, y aún peor hablar públicamente sobre procesos de contratación pública que pertenecen al mismo período del mismo alcalde y que deben ser manejados con mucha cautela…”.

Evidentemente, cualquier grupo de interés sabrá cómo presionar a una Secretaría que, carente de procesos claros, homologados y transparentes; procura las relaciones con los actores culturales (influyentes) de forma clientelar.

Epílogo. El día que secuestraron a don Mariano

Sin lugar a dudas, el Premio Nacional de Arte “Mariano Aguilera”, es uno de los reconocimientos más importantes que se otorga a las artes en el Ecuador, quizás no por el monto asignado a las becas y premios, como por el prestigio del decano de los galardones que este año cumple 100 años. Pero por esta misma razón ha sufrido algunos momentos de crisis simbólica que reflejan de alguna manera las dinámicas y transiciones culturales de la ciudad; la más importante, el colapso del Premio como Salón de la Ciudad para evolucionar a una lógica de fomento y trayectoria en la ordenanza 0224 que se conoce como Nuevo Mariano.

Según esta ordenanza de 2012:

Art ...19 “El Premio Nacional de Arte “Mariano Aguilera” incentivará la producción de arte nacional y reconocerá tanto la trayectoria de los participantes como la generación de nuevos proyectos, a través del Premio Nuevo Mariano...". Nótese que no menciona la categoría Arte Contemporáneo, esta aparece en la resolución 009 que en 2014 reglamenta las bases del PMA, es allí que se añade un paréntesis que especifica “para proyectos de arte contemporáneo” ¿Cómo llegó esa categorización allí? ¿Quién la puso? ¿Con qué criterios? Nunca lo sabremos, lo cierto es que apenas en su segunda edición los Nuevos Marianos fueron dedicados exclusivamente al arte contemporáneo y, en la práctica, de las diez becas, ocho fueron otorgadas a la categoría creación artística, una a investigación y una a editorial, las demás categorías se declararon desiertas.

Este año -del centenario-, se debe realizar la tercera edición y ya se han saltado algunos de los mandatos de la ordenanza, por ejemplo, no se realizaron convocatorias en provincias y tomando en cuenta que el CAC espera nuevo Coordinador y está vacante la jefatura del Premio Mariano Aguilera, se prevé que tampoco se realicen gestiones de convocatoria dirigida a colectivos de artistas o centros académicos. El circuito de las artes contemporáneas en el Ecuador es reducido y muy hermético; así, se puede verificar con una revisión simple que los ganadores de una edición son miembros del jurado en otra o en los diferentes fondos concursables de otras instituciones estatales, lo que resulta en fenómenos improbables como si un mismo proyecto se lleve los tres principales premios de fomento del país en un mismo año, simplemente cambiando el nombre del proponente.

Según ladefinición de arte contemporáneo emitida por el Secretario de Cultura de Quito en una reciente entrevista,“…lo contemporáneo no es lo bidimensional o las esculturas, son manifestaciones que están más cercanas de la idea que de la plástica…” Así que Don Mariano está secuestrado por la élite de “la idea” y, totalmente fuera del alcance de jóvenes talentos anónimos, de los territorios y, de cualquier otra manifestación artística.

En conclusión, la falta de Políticas Públicas estratégicas y de mecanismos de gestión eficientes y transparentes en cultura no es una omisión inocente, ni siquiera es incompetencia, es una forma desarrollada de administrar el poder, en el vacío metodológico, la autoridad del “ente rector” decide sin necesidad de consenso ni de rendición de cuentas; bastan algunos eventos espectaculares, coloridos y muy costosos, para dar la sensación de gestión y para ganar algunos puntos de popularidad y el “premio al empleado del mes”.

Mientras tanto, los artistas se comen la camisa y renuncian al oficio, van peregrinando por las oficinas implorando el espacio para ensayar, para enseñar, para interactuar. Mientras tanto los públicos rebotan de nariz en exposiciones agobiantes ante las cuales se desbarata cualquier gusto por el arte. Mientras tanto la ciudad pierde la noción del espacio público como lugar de encuentro y disfrute. Mientras tanto…



[1] Cese que supuso mi despido intempestivo y de cinco personas más de mi equipo que articulaban un modelo de gestión ampliamente descrito en el brochure del CAC y que ha supuesto la des institucionalización nuevamente de un proceso de trabajo que debe de ser continuado ( Fuente: https://issuu.com/artecontemporaneoq/docs/brochure_cac_ok )

* Artículo Publicado en PlanV el 12 de Marzo de 1991

jueves, 24 de marzo de 2016

¡Vivan los independientes!*

©Centro de Arte Contemporáneo de Quito


Definir es limitar, poner fronteras a aquello que Ortega y Gasset llamaba los delicados insectos de las ideas.

Sin embargo y para provocar una contradicción tal vez más humana,  propongo la idea de que el Arte, en su esencia, es cultural y anti-ideológico, puesto que su frónesis, su prudencia, es descubrir las verdaderas relaciones que existen entre los hombres, y no ocultarlas ni disimularlas. Esto no es mío, pertenece al poeta venezolano Ludovico Silva.

Aquellos que dedicaron la vida a construir cultura extramuros del aparato ideológico, a construir contracultura en libertad, a pesar de que escapar a este hilo de araña, que es el discurso del poder, sus servilismos, y sus clientelas; aquellos que apostaron por el deseo y la irreverencia son prueba absoluta de que el arte nace en la vida de la ciudad no en la cédula de un museo...

Anti-arte y anti-ciencia como elementos constitutivos de una sana contracultura que hoy recibimos porque este es nuestro mandato, servir a la ciudad y no cooptar en propiedad.

El homenaje a esa trayectoria es la razón para que hoy estén en el centro de arte de la ciudad... y no viceversa.

Vivan los gestores independientes.

Bienvenidos.

*Palabras de apertura de la Muestra por los 25 años de El Pobre Diablo en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito

viernes, 17 de julio de 2015

Premio Patricio Brabomalo 2015

He recibido el Premio Patricio Brabomalo a la trayectoria de lucha en las comunidades LGBTI, otorgado por el H. Concejo Metropolitano de Quito. Aquí mis palabras en al recibir el premio.



“Mijita, el bolero es una cosa, el pasillo es otra, pero el tango, el tango sí que dice la verdad.”
La abuela Margoth, abuela de mis primas guayacas.

“No,
no puede ser que viva así,
con este amor clavado en mí
como una maldición. “
José María Contursi, En esta tarde gris.


Hace apenas una semana, cuando me enteré de la distinción que el Concejo Municipal me otorgaba, escribí un texto más o menos largo en la marea confusa de las redes sociales. En él, me declaraba el hijo del la lucha; el hijo de la lucha por el amor a la humanidad, a la justicia, a los obreros, a los campesinos, a las mujeres, y claro, no lo sabíamos, a los maricas, a los marginales de siempre, a las lesbianas invisibles que no pueden hablar todavía y ahogan sus palabras con ojos cristalinos, a las mujeres transfemeninas que mueren y han muerto en manos odiadoras, a los hombre transmasculinos que siguen siendo violados en la clínicas de tortura que hay en este Ecuador que recibió al Papa de los católicos. Le hablaba a mi madre, la mujer que me enseñó, junto a mi padre, la militancia por al transformación social y quizá hoy tenga la oportunidad de subtenderlo entre las personas que me escuchan.

Fui un niño uranio que inconscientemente y sin violencia, se negaba al futbol, mientras vestido del uniforme del equipo de la Escuela de Demostración, del Normal Superior No. 1, luego Normal Superior Jaime Roldós Aguilera, en su patio de arena brillante, me recosté el día del primer partido de la temporada a dormir un sueño perfecto, enredado en la maravillosa forma que mi pie había dado a la tierra y que parecía una caracola marina. 

Fui un niño feliz en una infancia que transitaba, sin saberlo, teñido de la mirada saturniana, influencia de una fuerza poderosa que había nacido conmigo y oculta crecía en mi interior, como una larva voraz pronta a encapsularse para la metamorfosis. La sombra solitaria del amor aparecería luego, como un juego, al mismo tiempo que a cualquier adolescente le ocurriera y con igual fuerza magmática, solo que con un color singular, diferente, raro.

Luego, vino el salir del país para estudiar, y sin darme cuenta, vivir una vida en libertad, en un país donde ya se advertía que todos los derechos caerían como un gigante dominó, restituyéndose a las comunidades de personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas, uno a uno, derechos civiles equiparaba la calidad de ciudadanos a todos y todas. En el Ecuador de 1994, la homosexualidad era un delito. Cambié mi necesidad de salida por deseo de quedarme y así, sin violencia, inauguré una etapa de mi vida que, en las condiciones actuales, he llegado a comprender que fue un autoexilio. España, pues, fue un lugar en tránsito amable, hasta que la gran crisis de 2008.

Mientras yo vivía feliz e ignorante fuera de un país en violencia, mis hermanas travestis, mis hermanas transfemeninas, fundamentalmente, protagonizaban con sus cuerpos, la lucha física por la reivindicación de la igualdad y conseguían en Ecuador, la despenalización de la homosexualidad masculina, hija legítima de un bienintencionado pero vergonzante fallo del Constitucional que invisibilizaba, de un plumazo a toda la diversidad sexual y de género.

Soy un afortunado y por eso, no voy a dejar de pagar tributo por ese sacrificio hecho para mí. Gracias mujeres históricas, en las incongruencias profundas que la ley mantiene hoy en día se patetiza más todavía la necesidad de pagar ese tributo y luchar por la plena incorporación de los derechos de igualdad para todos y todas en nuestro país.

Nací un poco antes que tocara el bordón del SIDA y eso también explica el miedo de toda una generación de homosexuales a salir del closet, una generación a la que me pertenezco, aunque me haya constado reconocerlo. Soy de una generación de hombres homosexuales a los que las estrategias de cambio de comportamiento y uso del condón les han pasado por encima. Muchos de mis contemporáneos están infectados con el virus del VIH, precisamente y entre otras razones por esta, la homofobia, que internalizada en nuestros sujetos sociales opera con la misma violencia con la que lo hace desde fuera, cuando alguien nos grita en la calle o corremos riesgo físico. La salud, con excepciones sensibles, nos ha violentado estructural e históricamente por no reconoce la diversidad de nuestros cuerpos, la disidencia de nuestros cuerpos en un sistema bio-tecnológico y cultural al que se nos niega el ingreso desde el acceso y durante el cotinuum del tratamiento. Hay muchas barreras que romper para poder quitarnos el estigma del VIH de en medio, pero seguro que esto no pasa por evitar hablar del él, por evitar conocer cual es el golpe real de la epidemia entre nuestras poblaciones: Necesitamos investigación epidemiológica ahora.

En la actualidad, con los avances biotecnológicos y con el desarrollo de los modelos comunitarios de atención, en otros países, podemos decir que estamos en capacidad de ponerle fin a la epidemia, o por lo menos, declarar países con “cero SIDA”. El VIH es un dispositivo de control y violencia, por momento pareciera que se convirtió en un instrumento de castigo y corrección para personas disímiles y en esto, no puedo sino recordar una entrevista a Mario Bunge, hace un par de años, a propósito de recibir el premio nacional de ciencia en Argentina: el cambio social en buena parte le pertenece a la tercera vía, las ONGs tienen un rol fundamental que cumplir en el involucramiento directo de este cambio. Sin embargo estas han purgar una dinámica constitutiva y perniciosa que tiene que ver con la utilización de las poblaciones para el sostenimiento de una casta tecnoburócrata internacional. Es el momento de transparentar la gestión e incorporar a las comunidades en los puestos de toma de decisión y juntos provocar el cambio social. 

Quiero ser un actor de cambio social y creo que este deseo está recompensándose con este reconocimiento que hoy me otorga el Municipio de Quito. Confío y quisiera participarles con entusiasmo y certeza que la época en la que la epidemia era culpa nuestra, porque nuestras eran la prácticas está quedando en el pasado. De alguna manera, la impotencia que ha generado la poca eficacia de la respuesta ha devuelto dos cosas importantes: la primera es que esta estigmatización de la propia respuesta ha obligado a una comunidad vulnerabilizada y afectada por el VIH a enriquecer sus conocimientos y a utilizar la creatividad en un proceso nuevo que fortalece la respuesta médica, desde las realidades de las comunidades; por otra, como dice mi buen amigo Vincent Pelletier, militante positivo e histórico del movimiento homosexual francés: hay que transformar la ira en valor, la cólera en coraje. Dar le conocimiento a las comunidades para el cambio, el conocimiento es cambio.

Soy un marica militante de la respuesta al VIH. Soy un artista también. Tengo cólera por muchas cosas de la historia de mi pueblo, desde el coloniaje europeo pasando por la expresión fundamental de la opresión social y económica del capitalismo machista, la violencia. Lo escucho todos los días en la calle, la loca longa puta de mierda soy yo y claro, también la sidosa; ya es hora de que empecemos a quitarle esas palabras a quien nos agrede para vestirnos nosotras de ellas y transformar el epíteto en arma contra este fascismo que niega nuestro cuerpo femenino.

Este reconocimiento lo recibo con humildad y coraje, desde este espacio de resistencia que es la lucha contra el vih y por la restitución de los derechos de las personas de orientación sexual e identidad de género diversas, este premio, le corresponde a mis hermanas y hermanos con los que cada día sonreímos frente al absurdo dictamen fascista que nos niega, con Sandra Álvarez, con Rafael Garrido, con Ricardo Luna, con Cristina Jaramillo, con Sebastián Salazar, con Andrea Andino, con Andrés Buitrón, y todas y todos aquellos que compartimos este lazo de aguante y militancia humana que es la Inteligencia Comunitaria.

Gracias.

lunes, 14 de febrero de 2011

movimiento

Dormir y escapar. Más bien desembocar en el sueño, Mi cuerpo se desliza a la comodidad desde lo imposible del hoy. El sueño que viste las ideas de un olor a verdad.
Me asusto.
Rompo y me asusto. Luego mi cuerpo es el límite imposible.

Estar no es agradable.

El habitar pequeñito me gusta.

Yo lo sé

sábado, 30 de octubre de 2010

sábado, 16 de octubre de 2010

ECUADOR: LA CIA YA ES DE TODOS

A Eva Golinger con “infinito amor”

“En América Latina una estrategia de gobiernos corruptos y autoritarios ha sido acusar a la oposición de ser agentes de la CIA,

para luego perseguirlos e incluso eliminarlos”

“Un solo disparo me pudo alejar de tu sonrisa, pero ahí te dejo veinte

tiros en mi cuerpo para que sepas porque me mataron”

invitado: Fernando Villavicencio V.

fevillavi@yahoo.es

La izquierda latinoamericana desde la década de los sesenta del siglo veinte, viene enfrentando una doble crueldad: el ataque visible, directo al corazón, con enemigos de frente; y también el otro, el más temible, el de la criminalización escondida y estigmatización cobarde, proveniente de las propias filas de una izquierda que piensa con el parietal derecho y lanza elegantes hienas a silenciar la voz de los distintos. Son almirantes de la palabra, eunucos del fusil, adoradores de insectos, coleccionistas de lápidas, convertidos en pesquisas intelectuales del socialismo del siglo 21.

Ahora han vuelto a su faena de ponerle marco teórico al pillaje, a bautizar a un engendro de la historia: “Revolución Ciudadana”, condecorándolo como el emblema de la liberación del Ecuador. Cofradías de adoradores de las zurdas oficiales latinoamericanas, destilan saliva de adoración al “Señor Presidente[1]”, fugado de la obra de Miguel Angel Asturias.

Acostumbrados a jugar a la rayuela en Marte, estos coleccionistas de tragedias, han desempolvado a Philip Agee[2], y con habilidad de pistolero ciego van marcando a sus nuevas víctimas, como agentes de la CIA: líderes indígenas, sindicales, pensadores libres, escritores, organizaciones históricas de izquierda, movimientos sociales, dignos seres de arcilla popular, aparecen enrolando los registros “clasificados” de la Central de Inteligencia Americana CIA, por el delito de seguir creyendo en una luz que no enceguezca.

Luego del fallido “Golpe de Estado del Cabo Cotonete[3]” del 30 S, una corporación internacional, liderada por la ciudadana americana-venezolana, Eva Golinger, asumida en biógrafa del Presidente Hugo Chávez, ha hilvanado la defensa del Presidente Rafael Correa, disparando el infaltable “sedimento verbal”, con el conocido estilo de los pajes de Stalin, convocando murciélagos a la casa para espantar las ratas, sin más argumentos que un cementerio de simplezas y veneno recargado. Respecto al “golpe de estado” la realidad los está destrozando, aquí lo que se armó fue un “golpe de efecto”, liderado por “El Señor Presidente”, para cubrir la corrupción babilónica. De la oferta de muerte cruzada solo quedaron muertos cruzados, del ejército y la policía, sacrificados por el delirio extravagante del Comandante en Jefe, que de rehén del Regimiento Quito[4], pasó a convertirse en rehén de la Recoleta[5].

Dice usted compañera Eva, que la derecha, el imperialismo y la CIA estuvieron tras el golpe del 30 de septiembre, significa eso que se trató de un autogolpe, porque cualquier ciudadano medianamente informado y sin retorcidos intereses, reconocerá que la derecha de pedigrí, la crema de la partidocracia corrupta y los apóstoles de los imperios y subimperios, comen y duermen en Carondelet, mientras refrendan los más apetitosos contratos públicos y se distribuyen utilidades.

Señorita Golinger, cuando venga a Ecuador le presentaré a Alexis Mera[6], la mano izquierda de Rafael Correa, el hombre aún huele a Cortijo[7] y a Febres Cordero. Juntos pasaremos lista al ochenta por ciento del gabinete correísta, usted notará en sus rostros más de treinta años de neoliberalismo y corrupción. Y también me permitiré presentarle al sub grupo revolucionario “Ruptura de los 25”, conocidos en Ecuador como “los chicos de USAID”, sigla que usted pronuncia con facilidad.

Eva, venga a Ecuador, no de turismo bolivariano, venga a dormir el desempleo de miles de trabajadores públicos despedidos por su ídolo; venga a probar la “caridad socialista” de 30 dólares mensuales del bono solidario; venga compañera, a sumarse a los cedros, caobas y chontaduros que defienden el Parque Yasuní y a los humanos fantasmas no contactados, frente a las perforadoras del Coronel Quarich[8]; venga, le recibirán los niños de Dayuma[9], aún guardan casquillitos de fusil; venga a Molleturo, le espera Carlos Pérez[10] y más de veinte terroristas del agua; venga a bañarse en los ríos de Tenguel[11], el olor a mercurio le recordará el rostro metálico del Ministro Galo Borja, de la minera PazBorja. Le temblará el pulso cuando salude con el Gerente de Petroecuador, Vicealmirante Manuel Zapater, acusado por la Comisión de la Verdad, del asesinato de dos compatriotas.

Le invito señorita Golinger a pasar una noche de manjares en la casa de Marco Bone, en el Guasmo[12] guayaquileño, para hablar de macro economía y contarle del despojo a nuestra patria en los convenios petroleros con Venezuela; para entregarle los contratos de créditos chinos al 7% de interés, pagado con petróleo barato. Venga a Ecuador, Eva, ojalá usted me pueda informar a dónde van los barcos con petróleo ecuatoriano entregados a dedo a PDVSA de Venezuela, ANCAP de Uruguay y PETROCHINA, ¿sabía usted compañera, que esos barquitos nunca llegan a su destino y que ese petróleo lo comercializa el trader “mafioso” TRAFIGURA de Marc Rich, representado en Ecuador por el poderoso buffete socialcristiano González&Peñaherrera?

Venga a mi Ecuador “socialista”, con petróleo privatizado al estilo chino, brasilero, indonesio, venezolano, ruso y coreano; traerá su móvil u ordenador propio con skipe, porque aquí la telefonía celular es una de las más costosas de la región, gracias a que su líder socialista, renovó el contrato a América Móvil del también “socialista” Carlos Slim. Por favor, traerá pañuelo para llorar en la frontera, junto a cuarenta mil desplazados y a catorce mil soldados ecuatorianos movilizados por Correa para servir de yunque en el Plan Colombia.

Cuando esté por acá, también le contaré que el régimen de su ídolo, amnistió al ex Presidente derechista GustavoNoboa, implicado en negociados de deuda externa y petróleo; le pasaré el dato que el gobierno revolucionario levantó la orden de prisión contra el ex Presidente Jamil Mahuad, autor del atraco de 8 mil millones de dólares en el feriado bancario del año 1999; de paso le informaré que su Presidente acaba de pedir amnistía para el gerente del neoliberalismo, prófugo de la justicia Alberto Dahik. Como verá hay muchas cosas que contarle, por favor venga a mi país socialista.

Compañera, la infamia jamás servirá de pretexto para esconder errores y traiciones, esa estrategia ha cobrado muchas vidas en el continente, hoy solo quisiera recordar la pérdida de Roque Dalton, salvadoreño de El Salvador, puntero izquierdo en todos los partidos de la vida, tres veces salvado de morir fusilado por el lado derecho, no pudo salvarse de la bala dirigida por la izquierda. A Roque, el poeta capaz de curar la injusticia social con una aspirina del tamaño del sol, sus propios "compañeros”, le publicaron el último verso, a balazos. Ese día hace 35 años el poeta dejó de morir.

Roque Dalton, activista de la alegría, poeta de la economía, fue fusilado por orden de Joaquín Villalobos, líder guerrillero de la “izquierda revolucionaria” de El Salvador, acusado de ser agente de la CIA, trotskista y enemigo de la revolución. De sus huesos nadie sabe el paradero, pero sí, del destino de quien a tiros publicó su muerte, Joaquín Villalobos, de la boina del Che se convirtió en asesor de estrategias militares del ex Presidente Álvaro Uribe de Colombia, y ahora funge de lo mismo en el Gobierno de Felipe Calderón de México, dos regímenes de “izquierda revolucionaria”, dirá usted, señorita Eva.

A quienes vayan tras los huesos de Dalton, en Centroamérica, en los llanos, en los andes y en las grandes plazas de Latinoamérica, por favor, cuídense de esa derecha que dispara por la izquierda, en nombre del “socialismo del siglo 21”. La certeza que nos queda es que los Villalobos post modernos apoltronados en los cortijos del poder, pronto encontrarán su destino, muy lejos de los versos, de los huesos, del polvo enamorado de Roque Dalton.

A algunos cuando nos tocan el dolor ajeno con el dedo infesto de la temeridad, nos tocan el zafiro encantado de la rebelión. Aún andamos en la lista de los vivos, por si alguna zancadilla adelanta nuestro final, invocaré la confesión de un viejo amigo al que hasta hoy le sigue esperando su compañera de vida, para bailar la victoria de la humanidad: “Mi amor un solo disparo me pudo alejar de tu sonrisa, pero ahí te dejo veinte tiros en mi cuerpo para que sepas porque me mataron”. Para Eva desde Quito, con infinito amor.



[1] El Señor Presidente: obra de Miguel Angel Asturias

[2] Philip Agee: ex agente de la CIA, autor del libro la CIA en el Ecuador.

[3] Cabo Cotonete: personaje creado por el actor Carlos Michelena.

[4] Regimiento Quito: cuartel policial donde se insurreccionó la tropa el 30 de septiembre de 2010.

[5] Recoleta: zona de Quito, donde está ubicado el Ministerio de Defensa Nacional.

[6] Alexis Mera: Secretario de la Presidencia de la República, ex asesor de Febres Cordero.

[7] Cortijo: el Campo David de León Febres Cordero.

[8] Coronel Quarich: personaje depredador de la película AVATAR.

[9] Dayuma: pueblo amazónico atacado por más de 700 militares y policías del gobierno de Rafael Correa.

[10] Carlos Pérez: lider ecuatoriano defensor del agua, acusado por terrorismo.

[11] Tenguel: parroquia rural del catón Guayaquil, que tiene cuatro ríos muertos producto de la contaminación minera.

[12] Guasmo: barrio popular de Guayaquil.

martes, 12 de octubre de 2010

Planetario
El océano que rodea al mundo.*


Un hombre cae al mar, El universo empieza. Después de perder el amor, en medio de las refriegas sangrientas de una guerra civil, éste hombre se convierte en el más denostado príncipe que narra y es parte de la historia del mundo. Los ciclos históricos son, cada vez más, loops que, desincrónicamente, se narran y narran la vida del ser humano desde la cosmología particular de la recóndita Asia.

Entre Dos Mundos (cuyo título original es Ahasin Wetei), es la cinta de el realizador srilanqués Vimukthi Jayasundara, que se ha alzado con la Cámara de Oro del pasado festival del Cannes y el León de Oro de Venecia, se perfila como la pieza más sólida de la programación de Cerolatitud, Obra maestra que junta o, mejor todavía, inspira la línea curatorial de la sección internacional Planetario, que en esta edición del festival, se abre más allá de las fronteras de Latinoamérica, sin negar la profunda y sólida apuesta que el cine de este, nuestro continente, plantea al panorama internacional.


La gran mayoría de producciones parten de estas tierras con mirada puesta en el gran mercado europeo y norteamericano, o a su vez, son anfitrionas, como en el caso de Tetro, de Francis Ford Coppola, un delicioso melodrama con anclajes hispanos, donde se puede observar un irreverente homenaje a la filmografía de Pedro Almodóvar, que el realizador de Apocalypse Now le hace al español -Carmen Maura incluida en el papel de una excéntrica literata corrupta y mafiosa, Todo sobre mi padre, podría llamarse esta producción que se asemeja a la temática almodovariana de la hipérbole con una fina, y no exenta de carga, estética kistch. Otra vez dos mundos, pero aquí, la migración perfila uno de los grandes temas de la sección internacional.

De la mano de la Argentina donde se desarrolla Tetro, en el Chile de La Vida de los Peces, de Matías Bize, coproducción chileno-francesa, se cuenta una historia de amor rota por aquel extraño ladrón llamado exilio al que la migración revela. Rabiosamente visual, Alemania se convierte en una idea que transversaliza las miradas de los personajes que hablan a través de los peces.


Londres es la ciudad que aparece en un calendario que mira Li Mei, una chica china que apenas ha salido de su pueblo no más allá de ocho kilómetros en la película de la extraordinaria realizadora china Xiaolu Guo, She, a chinese. Y es que la puerta abierta a las vanguardias asiáticas es el otro derrotero de la programación de este festival en su sección Planetario.

Algo ocurre con Asia, Al menos el mundo del cine se está nutriendo con este mundo incógnito del que un buen Wong Kar Way salió dando luces. Así, Mapas de los sonidos de Tokio e Hiroshima, filmes español y uruguayo respectivamente, imaginan cercanías vivenciales de sus protagonistas con el Asia. En el caso de la primera obra, de la catalana Isabel Coixet, Sergi López encarna el personaje de un emprendedor en la ciudad del sol naciente, Preso por un desplazamiento cultural, por haberse involucrado con una mujer japonesa que se suicida de amor, es condenado a muerte y como historia del estribo, vive un romance intenso con una mujer contratada para su ejecución. El cotidiano abyecto de una ciudad, donde enamorarse en un vagón de metro, que puedes alquilar para poder amar la carne de tu amante, se convierte en el preámbulo de una pronosticada despedida. La película uruguaya, por su lado, muestra una ficción de la vida real donde Juan, hermano del realizador Pablo Stoll, es acompañado por la cámara durante todo un día para ayudarnos a entender por qué el título de la canción que canta en un concierto, con su banda, se llama Hiroshima. Apuntes que quizá sean o no, las razones que motivan a los cineastas a habitar mundos intrincados de la psicología del ser humano. Stoll, que después de habernos conmovido con Wisky, su trabajo con Juan Pablo Rebella, se lanza en solitario después de la prematura desaparición de Rebella para volver a él, a quien le dedica el filme. Un ejercicio de lo más atractivo de la muestra Cerolatitud, Como se ha dicho en otras reseñas cinematográficas, Un musical silencioso.


Pero si la migración es un tema central para alguna de las películas que reseñamos, Rabia, del ecuatoriano Sebastián Cordero, nos muestra la historia de migrantes en la metrópoli española. La producción empero, es una participación de tres países, México, Colombia y España y da buena cuenta del crecimiento del realizador, quien vuelve a repetir con la productora de su cinta Crónicas, para un excelente trabajo en la producción actual y un inmejorable Enrique Chediak en la dirección de fotografía.


Otras películas no menos importantes son Contracorriente, Alamar, Mal día para pescar y Hadewijch, la última francesa y las otras latinoamericanas, conformando la marea intensa que es la programación de esta sección del festival.

Una programación donde el mar traza mapas emocionales y se deja ver por el ojo de todos los realizadores del mundo.


*Artículo publicado en la revista Nuestros Rollos, del Festival de Cine CEROLATITUD 2010.

miércoles, 6 de octubre de 2010

ECUADOR. A propósito de la revuelta de los uniformados


invitada: Natalia Sierra

1. Un poco de memoria

Hace menos de un mes el gobierno de Alianza País mandó a la policía y al ejército a reprimir la protesta de los mineros artesanales en el sur del país, esté hecho se sumaba a la larga práctica represiva anti popular que el gobierno de la Revolución Ciudadana viene aplicando en el país, desde que tomó posesión en el 2007. Recordemos lo acontecido en Dayuma en diciembre del 2007 cuando la población fue brutalmente reprimida por la policía y el ejército en respuesta a sus legítimas demandas sociales; o el de Azuay y Loja en diciembre del 2008 y enero del 2009 donde los aparatos represivos del estado nuevamente se lanzaron contra la población campesina e indígena que se opone a la nefasta Ley Minera, la cual atenta contra su vida y la de todos los ecuatorianos; la represión de Mayo del 2010 en Quito y otras ciudades del país en contra de los indígenas, campesinos y ecologistas que rechazaban la Ley de Aguas, la misma que da paso a formas camufladas de privatización; la represión contra los maestros de la UNE en el 2009, en el 2010 contra los estudiantes universitarios que rechazan la Ley de Universidades; las amenazas contra cualquier protesta de los trabajadores públicos en contra de la Ley de Servidores Públicos. Se puede observar con claridad que el gobierno de Alianza País mantiene una continuidad mejorada con la política represiva del Estado ecuatoriano. El ejército y sobre todo la policía siguen jugando su papel histórico, expresado en la Doctrina de Seguridad Nacional, que establecía como función principal, y casi exclusiva, de la institución policial latinoamericana, la represión en contra de la movilización social y popular y de la disidencia política de izquierda. En la Revolución Ciudadana no ha habido cambio alguno en la función policial, institución que ha mantenido su papel represivo en contra de la protesta social, en un contexto político donde además se la ha criminalizado con mucha más fuerza que en gobiernos anteriores. No olvidemos que varios dirigentes populares han sido acusados, y en algunos casos enjuiciados, por “terrorismo, sedición y sabotaje”, política ordenada desde el imperio norteamericano, que se inventó el discurso del terrorismo para justificar las brutales intervenciones militares a pueblos que se resistían a la expansión violenta del capital transnacional. Acordémonos cuando George Bush salió con sus ejércitos invasores a masacrar pueblos en nombre de la defensa de la libertad y la democracia, en contra del “terrorismo”. La defensa de la democracia es el mejor argumento para imponer los intereses del capital sobre la vida humana y la naturaleza. No hay que olvidar que en éste gobierno han sido seriamente atacadas y destruidas conquistas laborales, tanto de los empleados públicos como de los privados, dentro de la mejor versión neoliberal. Que han sido aprobadas leyes anti-populares que atentan, no solo contra el trabajador del campo y de la ciudad, sino contra la naturaleza: como la ley minera, la ley de soberanía alimentaria, la ley de universidades, la ley de servidores públicos, etc. Que este gobierno ha ofendido la dignidad de todos los ecuatorianos con su discurso profundamente racista, con el que ha intentado degradar nuestra matriz cultural andino-indígena. Que ha insultado y ridiculizado a los grupos ecologistas por defender la vida. Que ha traicionado la memoria de todas las generaciones de luchadores populares de la izquierda latinoamericana, usurpando un discurso que lo ha utilizado para encubrir su política antipopular. Que ha impuesto una política autoritaria propia de gobiernos de derecha. Que ha cerrado todos los canales de diálogo y de alianzas con los movimientos sociales organizados.

2. ¿Qué sucedió con la policía?.

Es bueno recordar de dónde y por qué nace el aparto policial. Según lo plantea Michel Foucault, lo que la burguesía debía evitar a toda costa “… era la sedición, el pueblo armado, los obreros en la calle, y la calle al asalto del poder. Y la burguesía reconocía en la plebe no proletarizada, en los plebeyos que rechazaban el estatuto de proletarios o los que estaban excluidos de él, la punta de lanza de la insurrección popular.” (Foucault, 1979:59) En función de éste objetivo se trabajó en separar al pueblo proletarizado del pueblo no proletarizado con tres instrumentos: El ejército, la colonización y la prisión. Agregamos al ejército la policía, instituciones que recogía un importante número de campesino que sobraba en el campo y que no se podía vincular al aparato industrial de la ciudad, los mismos que serán utilizados en contra de los trabajadores. De esta manera se mantuvo y se mantiene una oposición entre el ejército, la policía y los obreros, campesinos e indígenas, que en términos de personas empobrecidas, y no como instituciones, se traduce en una oposición del pueblo contra el pueblo. Esta oposición creada por el poder de la burguesía y administrada por su Estado liberal democrático burgués ha funcionado para mantener el orden social vigente, es decir la explotación del trabajador. Sin embargo, según dice el autor francés, esta oposición, que por lo general funciona de manera rentable para la burguesía, en ocasiones se quiebra cuando los soldados o policías se niegan a actuar o disparar (Ibíd). A esta idea, y desde ella, se puede agregar que la estrategia de la burguesía queda sin efecto, al menos momentáneamente, cuando la tropa de la policía o del ejército, decide hacer un paro por demandas laborales, en su calidad de empleados públicos. Creo que esto ocurrió el jueves 30 de septiembre en el país. Es importante señalar que la población empobrecida que no es cooptada por el ejército o la policía es “absorbida por la prisión y en torno a ella, entre los que van y salen de ella, la burguesía a constituido una barrera ideológica (en relación al crimen, al criminal, al robo, al hampa, a los degenerados, a la sub-humanidad) que en parte está ligada con el racismo.” (Ibíd) Está estrategia del poder divide al pueblo en los “buenos”: respetuosos de la Ley, de la moral, el orden y la democracia y en los “malos”: el pueblo marginal, peligroso inmoral que amenaza a toda la sociedad; de esta manera se consuma la estrategia de poder que fragmenta y divide la lucha popular. El funcionamiento de los aparatos represivos del Estado expresa de forma nítida la lógica de dominación del biopoder, es una clara manifestación de la racionalidad totalitaria del mundo administrado. ¿Qué significa esto? Una forma de dominación política mediante la cual los seres humanos son regulados y sujetados de forma extrema a los mecanismos disciplinarios de control, de la cual resulta la destrucción de la conciencia del individuo, producto de la sobre dominación del superyó. Estamos hablando de la producción de autómatas que obedecen de forma ciega a la autoridad del Padre, llámese institución policial, gobierno o Estado, en la figura caudillista del mando militar o civil. Esta práctica presente en toda la institución estatal y sobre todo en sus aparatos represivos tiene como su doble sombrío, el “padre obsceno”. ¿Qué sucede cuando la autoridad del Padre cae? ¿Qué pasa con esos individuos automatizados que por momentos quedan liberados de la ley a la que deben ciega obediencia, liberados de la voz del superyó que les ordena reprimir al pueblo dentro del marco de la “Ley“, para defender los intereses de los grupos de poder económico y político que les tutelan? ¿Qué pasa cuando la ley cae? Lo evidente, simplemente “enloquecen” y muestran el soporte obsceno de la autoridad legal, ese soporte que el pueblo, a quien la policía reprime, lo conoce de sobra. El comportamiento agresivo de la policía es constitutivo de su función represora, los policías son formados o deformados para ejercer fácticamente la violencia del poder burgués. A lo largo de la historia republicana, el pueblo ecuatoriano y latinoamericano ha sufrido la violencia de los aparatos represivos del Estado. La violencia de la policía ha sido usada para reprimir las protestas sociales, para reprimir todo aquello que pueda representar un peligro para los intereses de la reproducción de la sociedad capitalista. Cuantos dirigentes político-populares del país y del subcontinente, así como personas sencillas, han sido víctimas de persecución, maltrato, tortura y asesinato perpetrados por el aparato policial y militar. La violencia estatal de la policía ha sido asumida como normal, legal y legítima siempre y cuando se trate de defender el orden social vigente. En estos casos, la violencia de la policía es “democrática” e institucionalmente reconocida y aceptada por toda la sociedad “democrática”, que se vuelve cómplice del maltrato y la violencia a la que es sometida la población disidente. La novedad de lo sucedido el jueves 30 de septiembre es que la agresividad policial se volteó y afectó a aquellos que la administran, las víctimas ahora fueron los representantes políticos del estado capitalista, los mismos que sostienen los aparatos represivos. Ahora sí, la violencia de la policía es desquiciada, absurda, irracional; todos los gobiernos democráticos del occidente capitalista se sorprenden, o hipócritamente fingen sorpresa, alzan la voz de protesta y uno se pregunta ¿por qué no se sorprenden, no levantan la voz de protesta cuando el aparato represivo de la policía violenta a los campesinos anti-mineros de todo el continente?, o cundo son reprimidos los pueblos indígenas que defienden la vida frente a la destrucción de la naturaleza, etc. Después de lo acontecido el jueves 30 surge la pregunta ¿qué va a hacer el Estado burgués democrático con su “exceso obsceno”, es decir con su núcleo traumático e irracional en torno al cual se articula la razón democrática? Esta interrogante trae a la memoria figuras como las de Noriega, Sadam Husseim, Osama Bin Laden, los combatientes gringos de Vietnam o Irak, todos estos “excesos obscenos” creados por la política norteamericana que luego tuvieron que ser sacrificados para limpiar a la democracia de su “excremento”. Pero en el caso de los aparatos represivos la cosa es más complicada ¿sé sacrifica a más de treinta mil policías que componen la tropa? ¿Sé depura la policía? ¿Sé cambia los mandos?, ¿Sé suben los sueldos? ¿Sé hacen traslados? ¿Sé declara estado de emergencia y los militares asumen el papel de la policía? ¿Sé les retiran las armas’ ¿Sé busca un chivo expiatorio? Al buen estilo de la política burguesa se puede dividir a los policías entre los policías “buenos” obedientes, “democráticos”, leales al poder hegemónico y el grupo de policías “desadaptados”, como ya se dijo, que se insubordinaron en contra la majestad del poder.Todo esto, y más, se puede hacer, y, de hecho, se está haciendo, pero nada garantiza que los graves conflictos internos que afectan a este aparato estatal y que son inherentes a su naturaleza desaparezcan. Nada evita que los aparatos represivos del Estado siga siendo el exceso obsceno de la democracia.No hay que pasar por alto que la formación y la vida de la policía está llena de “irregularidades” institucionalizadas que contemplan el maltrato, la humillación, la violencia. Zizek sostiene que: “ La vida marcial, por ejemplo, podría ser gobernada tanto por una colección de obscenas reglas no escritas y ritos (golpizas homoeróticas y humillaciones a compañeros más jóvenes) como por reglas oficiales. Esta violenta sexualidad no socava el orden en los cuarteles, su función es un directo soporte libidinal” (Zizek, 1999: 8.). De hecho hay que tomar en cuenta que la formación de la policía implica gozar el cumplimiento de la ley, en otras palabras gozar las prácticas de represión que se ejerce contra la población. ¿¿Cómo se devuelve la dignidad a los policías??

3. Un espectáculo mediático

El gobierno, a través de la cadena nacional del día jueves 30 de septiembre, hizo correr la información, a nivel nacional e internacional, del supuesto golpe de Estado que se llevaba a cabo en contra de su gobierno, orquestado por la derecha opositora del país en contubernio con fuerzas extranjeras. Ante esta afirmación uno tendría que hacerse las siguientes preguntas: ¿Cuál es el interés de dar un golpe de Estado a un gobierno que no afecta los intereses de la mayoría de los grupos de poder económico del país, y menos aún de los intereses económicos del gran capital transnacional, sea de la bandera que sea. ¿Para qué se va a desestabilizar un “régimen democrático “que ha logrado pasar políticas antipopulares, igual o mejor que los gobiernos neoliberales que lo antecedieron?, ¿Cuál sería la razón de parar un proceso que gracias a la usurpación del discurso de la izquierda está intentando liquidar la utopía socialista? ¿Por qué terminar con un gobierno que está empeñado en destruir a las organizaciones sociales y populares del país y que ha cooptado a gran parte de la izquierda? No tiene sentido alguno. La mayoría de los grupos de poder local y la burguesía internacional tienen mucho que agradecer a este gobierno, que lamentablemente ha logrado imponer una línea continuista del modelo económico neoliberal extractivito, con una política de corte autoritario, envuelto en un discurso de izquierda. Esto sin embargo no quiere decir que no hayan aparecido en la revuelta policial intereses de pequeños grupo oligárquicos mafiosos que intentaron aprovechar la situación, pero de ninguna manera se puede hablar de un golpe de Estado preparado por la derecha del país, la cual se encuentra trabajado dentro y con el gobierno actual. Lo que no es posible no mirar y reconocer es la astucia política de Alianza País para capitalizar un hecho eventual. Repasemos los hechosa) El día jueves la tropa de la policía amanece con la decisión de llevar adelante una huelga, en su condición de funcionarios estatales, en contra de la Ley de Servidores Públicos que va a ser impuesta por el Ministerio de la Ley; igual como sucedió con otras leyes antipopulares que se han venido aprobando con la complicidad de la Asamblea Legislativa de mayoría gobiernista. Hay que tomar en cuenta que una huelga de la policía no es lo mismo que una huelga de cualquier otro sector social, por la particularidad del trabajo que realizan su paralización trae muchas consecuencias en torno a la seguridad pública, y sobre todo en lo referente a la defensa de la propiedad, que es lo más sagrado para la democracia liberal. A esto se suma que son empleados que tienen bajo su custodia armamento, lo que hace que su protesta sea extremadamente peligrosa. Por último, no es común que el aparato represivo encargado de controlar la disidencia política de izquierda y la protesta social se ponga a protestar.b) El presidente de la República decide ir a “poner en orden” a la tropa huelguista, cuando eso tenía que hacer el Ministerio del Interior con cualquiera de sus funcionarios, estableciendo una mesa de negociación como se hace en estos casos. No hemos visto al presidente salir cuando los indígenas protestan en contra de la ley de aguas, o cuando los campesinos salen a las calles en contra de la explotación minería y su ley, o cuando los maestros se movilizan en rechazo a la ley de educación, o últimamente cuando los trabajadores públicos protestaban en contra de la misma Ley a la que se oponía la tropa de la policía. Quizás es que los otros sectores sociales no tienen la importancia de la policía, o quizás es que cuando el pueblo sale a protestar el gobierno manda a su aparato represivo policial a reprimirlos y así cree resolver los problemas que su política antipopular provoca. Pero cuando el aparato represivo paraliza ¿a quién se manda a reprimir? ¿Al otro aparato represivo, es decir a la Fuerzas Armadas?? Pero eso es gravísimo para la democracia y la institucionalidad, pues ésta se descubre en su reverso obsceno y el Estado se fractura. c) Con su acostumbrada prepotencia, el presidente va a enfrenta la revuelta policial sin entender la compleja subjetividad del policía, que ya explicamos en las líneas anteriores. La respuesta de los policías sublevados ante el desafío del “Padre” caído es absolutamente previsible. De hecho, es una suerte para todos que, ante el gesto de poner el pecho a las balas, no haya habido una que responda al despropósito presidencial. Y no es que alguien ciertamente haya querido asesinar al presidente, pero en medio del desajuste psicológico del momento podía ocurrir cualquier cosa. Después de la agresión policial al presidente, esté se refugia en el Hospital de la Policía donde es atendido de sus afectaciones médicas, allí recibe la visita de algunos de sus ministros, realiza una rueda de prensa, declara estado de excepción, permanece comunicado con sus más cercanos y sobre todo permanece en el lugar. Eso de ninguna manera son los signos de un secuestro, lo que si hubo es una retención del mandatario que se fue dando mientras el conflicto subía de tono, cosa que se pudo evitar a través de mecanismos de negociación.d) Se declara el estado de excepción, se suspende la trasmisión de los canales privados (excepto la radio La Luna) y queda solamente la información del canal público, que comienza a “relatar” los hechos, que como ya lo dijo Walter Benjamín y Foucault, siempre son construidos por el discurso del poder según sus intereses, de ahí que quien tiene el poder sobre el discurso tiene el poder político. Se habla del golpe de Estado y se moviliza a la población a defender la democracia y la institucionalidad, así como se pide el respaldo internacional para la misma causa. Todo esto sucedía sin que la “sagrada” institucionalidad democrática corra realmente ningún riesgo, tanto los grupos económico en ascenso con este gobierno, como las transnacionales que con el se benefician no van ha permitir que sus sistema político se vea afectado. e) Tanto el canal público como radio La Luna que era la única radio que no había acatado el estado de excepción y la cadena nacional, comenzaron convocar a la población de Quito y del país a defender la democracia en el gobierno de Alianza País y a ir hacia el hospital de la Policía Nacional a rescatar al presidente. Si observamos la composición psicológica particular de los miembros de la Policía Nacional, producto del propio carácter de las instituciones represivas y en las circunstancias en las que se encontraban, se podía producir una tragedia humana de proporciones inimaginables, muchísimo mayor de la que ya se dio con la pérdida de.las vidas humanas que hoy lamentamos. ¿A que mente se le ocurre convocar a la población a enfrentar a una tropa policial que se encuentra acorralada, sabiendo perfectamente que tenía acceso a armas de fuego?f) Al final, después de la denuncia de golpe de Estado que recorrió el planeta y después de la solidaridad incondicional de los democráticos gobiernos del continente incluido el norteamericano con el apoyo de los gobiernos europeos, se “rescata” al presidente con la intervención de los grupos de élite de la policía y el ejército. La democracia revive en el país, el mundo liberal aplaude, y la política económica neoliberal con su leyes funcionales queda intacta, y el justo reclamo de los trabajadores públicos se invisibiliza, como las otras demandas populares.

Aclaraciones necesarias

Cabe aclarar que de ninguna manera estamos frente a lo sucedido en el Chile de Allende, ni siquiera de lo aconteció con Chávez en el 2002, aquí no hubo intento de golpe de Estado ni secuestro, aquí las cosas marchan como tienen que marchar, en atención a los intereses económicos del capital mundial. Si el gobierno de Alianza País fuera realmente un gobierno de izquierda que lucha por las demandas y los intereses de los sectores populares, la derecha nacional e internacional ya hubiese intentado hace rato defenestrarlo, y sería el pueblo organizado quien lo respaldaría porque estaría respaldando a su proyecto revolucionario en contra de la derecha capitalista. Hay que revisar ¿cuáles son las transformaciones reales ha llevado adelante este gobierno que atente contra las estructuras del poder económico del capital? Ninguna, todo lo contrario, se ha fortalecido medidas económicas antipopulares que quieren esconderse detrás de una política populista de subsidios y de una política de desarticulación y desmovilización social.Algo profundo salió el día de la revuelta, el Ecuador de abajo y de adentro, ese pueblo “malo” “inmoral” “deshonesto”, como lo llama la ideología burguesa, aprovechando la ausencia de la policía salió a saquear. Queda en mi mente una solo imagen real, la de aquel niñito de siete años que corría con una pelota entre sus pequeñas manos que había “robado” de uno de los tantos almacenes que fueron saqueados, mientras todos mirábamos las imágenes del héroe de un golpe inexistente


Referencias

Foucault, Michel, La Microfísica del Poder, Ed. La Piqueta, Madrid, 1979.

Slavoj Zizek, "Tu Puedes",Extraído de LRB, Vol.21 N. 6, 18 de marzo de 1999

jueves, 9 de septiembre de 2010

tristezas



No se llama Paulina. No sé cómo se llama, sin embargo, cuando la clase ha llegado a su clímax, pone esa canción de Paulina Rubio que me recuerda tanto al piso de la calle Núñez de Arce, por las tardes, cuando estaba solo y el gato salía al balcón con un cansancio olvidado, se sentaba en el balcón y obviaba la calle con desdén.

Luego llovía, fugazmente. Madrid.

Su nombre no es Paulina, pero cuando pone esta canción, encima de su bicicleta, lanza gritos de entusiasmo que van más allá de la energía que tiene que transmitir, por la que le pagan para dar la clase de spinning... No importa si toca fuerza, fondo o intervalos, ella siempre acaba con esa canción que le gusta tanto.

Como si la vida no importara, ella, durante su canción deja de ser la profesora y sin darse cuenta, me revela algo secreto de su vida.

Sus tristezas.