jueves, 24 de marzo de 2016

¡Vivan los independientes!*

©Centro de Arte Contemporáneo de Quito


Definir es limitar, poner fronteras a aquello que Ortega y Gasset llamaba los delicados insectos de las ideas.

Sin embargo y para provocar una contradicción tal vez más humana,  propongo la idea de que el Arte, en su esencia, es cultural y anti-ideológico, puesto que su frónesis, su prudencia, es descubrir las verdaderas relaciones que existen entre los hombres, y no ocultarlas ni disimularlas. Esto no es mío, pertenece al poeta venezolano Ludovico Silva.

Aquellos que dedicaron la vida a construir cultura extramuros del aparato ideológico, a construir contracultura en libertad, a pesar de que escapar a este hilo de araña, que es el discurso del poder, sus servilismos, y sus clientelas; aquellos que apostaron por el deseo y la irreverencia son prueba absoluta de que el arte nace en la vida de la ciudad no en la cédula de un museo...

Anti-arte y anti-ciencia como elementos constitutivos de una sana contracultura que hoy recibimos porque este es nuestro mandato, servir a la ciudad y no cooptar en propiedad.

El homenaje a esa trayectoria es la razón para que hoy estén en el centro de arte de la ciudad... y no viceversa.

Vivan los gestores independientes.

Bienvenidos.

*Palabras de apertura de la Muestra por los 25 años de El Pobre Diablo en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito