martes, 27 de diciembre de 2011

jueves, 24 de noviembre de 2011

Naufragios Reloaded

Realización: Miguel Alvear
Amaia Merino
Música: Alex Alvear
Arte: Enrque Vásconez
Fotografía: Daniel Avilés
 2011





Producido para EL D_efecto barroco, con los actores León Sierra, Gonzalo Gonzalo y Lorena Rodríguez. 

Instalación en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Quito hasta finales de Feb 2012. 

Video de tres canales en el que 3 actores interpretan una selección de textos del cronista de Indias Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. 



martes, 15 de noviembre de 2011


En FLACSO RADIO somos LA ESCUELA DEL ESPECTADOR


Próximamente, por FLACSO RADIO, La Escuela del Espectador, un proyecto vivo de El Apuntador, la revista de las artes escénicas del Ecuador. Conducido por Genoveva Mora Toral, Santiago Rivadeneira Aguirre y León Sierra. 


LAS VOCES DEL APUNTADOR

Una propuesta para ser ESPECTADORES!

domingo, 18 de septiembre de 2011

Yo soy Malva Malabar


Letra León Sierra
Música Alex Alvear




 
Yo soy, soy, yo soy, ¿quién soy yo?

(hablado)
Abra la lata de tela sujeta de sus fracasos y conviértala en artefacto constructor; Disuelva rencor y encono, mánchelos de sueños burgueses y sírvase con la siniestra,
diestramente; 
Atribuya fracasos a teorías psicoanalíticas concéntricas, 
Mójese en dudosos errores pornográficos que desvirgan inocencia prometida; 
Sea promesa, sea no ser, sino imaginar en una superficie imaginaria del imaginario común.

Soy la educación
Soy quien decide no ser
Soy la educación
La del familión, 
la que se pone tacón
La que nació bien varón

Me gusta ser trendy sex
Aristocracia en pin up
Usar un bigote de rex
Y manejar
El mas grande camión que mi sexo no pueda imaginaaaar

(Hablado)
Sea la muñeca prohibida de la prensa rosa;
Cague y cague en la televisión renovada, 
Sea musa de director de cine, amante de productor, promesa mediática; 
Sea el sueño de su mujer, 
Sea como yo, víctima de su marido; 
Viva en el bigudí del estilista, en la portada de la revista, en las huellas que quedan en el papel couché.

Nunca soñé con ser la porno Star
Famosa con metidas de mano en el culo
Historias que me hacen desvariar
Mirar sinfines de lugares para retozar
Lo único que siempre deseé 
Es un programa en la ecuatoriana Te ve

O ser simplemente roquete
Dejar de lado el ballet
Ser una sexy roquete
Que me lustre todo el parquet
Hasta vivir en chalet

(hablado)
Mis gustos son sencillos, pero aprovechando que hay directores de cine y tv, ya les digo, mijos: no me voy a pintar hasta el coño para que ustedes no reaccionen y no me ofrezca un programa de televisión…! Vagos!



domingo, 22 de mayo de 2011

Técnica y contra narcisismo*

CACEROLADA

León Sierra. Actor, profesor y crítico de teatro.
Escribe en ‘El Apuntador’ y maneja el Estudio de Actores.


En una de sus últimas aportaciones teóricas, Jorge Eines, maestro argentino radicado en Madrid, habla de la dignidad técnica del actor como un único lugar con el cual conciliar la posibilidad del arte, que para unos y para otros, se ha visto pervertido a favor de ideas apolíneas y también en desprestigio de reputaciones personales sufridas ampliamente por las mujeres de la escena -nombradas putas- y los varones, a quienes la deshonra los ha feminizado.

Y es que, más allá de la desaparición del teatro en nuestro medio, gracias a nuestro propio descuido, a manos de los monstruos de la ignorancia y el bien hacer televisivo, más allá, dice Eines, está la dignidad con la que un actor puede enfrentarse a un trabajo de manera técnica. Su oficio, pues se convierte en dignificante y solo un proceder digno es una puerta clara a la creación de públicos y, ni qué decir tiene, la construcción de discursos estéticos.

Esto no ocurre en Ecuador. Hartamente estamos acostumbrados a la ignorancia que nos ha aburrido en la butaca del teatro, de tal manera que, ya, casi ni teatros hay. La negación de nuestras excelentes escuelas nacionales (de la Universidad Central del Ecuador, o de la Universidad de Cuenca, por ejemplo), ha abierto la brecha de cientos de actores profesionales que han abandonado para siempre las tablas, casi sin pisarlas y, por otro lado, una pequeña docena de entusiastas actores talleristas, que se han formado en el famoso invento del taller de teatro de un mes.

Tenemos que incorporar una mirada de autocrítica que reconozca esta malsana ignorancia. Ese es el lugar de refundación que el teatro ecuatoriano necesita; la dignificación del espectáculo, que no puede convertirse en una atolondrada exposición a cualquier ambiente y lugar, sino a un adecuado convenio con un espectador que debiera de empezar a reclamar calidad técnica.

Si en alguna de las esporádicas visitas a alguna de las obras de teatro, usted, lector, se preguntó por el frío o el ruido que acompañaba a dicha obra. Una pregunta sana, que lejos de distraer, podría convertirse en una demanda desde la butaca. Las gentes de teatro, y en esto incluyo a quienes no se consideran y esquivan subrepticiamente el bulto, como el Ministerio de Cultura, nosotros, digo, podríamos empezar a contar con ciertas demandas que justifiquen nuestra presencia. Así como el actor, la actriz, quien antes de la obra trabaja técnicamente, para que su aparición en las tablas tenga que ver con algún aspecto técnico y no con la defensa de ninguna reputación personal, con dignidad técnica.



Publicado en El Comercio, 22 de mayo de 2011

martes, 26 de abril de 2011

concéntrico y amatorio
For Silence

Paul Hartnoll

For silence, for you
For silence, for you
Pull (the river) you out, the river
Pour (forever) my heart, forever
Pull (the river) you out, the river
Pour (forever) my heart, forever
For silence, for you
For silence, for you
Pull (the river) you out the river
Pour (forever) my heart, forever
Pull (the river) you out the river
Pour (forever) my heart, forever
For silence, for you
For silence, for you
Pull (the river) you out the river
Pour (forever) my heart, forever
Pull (the river) you out the river
Pour (forever) my heart, forever



lunes, 4 de abril de 2011

Yo y Tú*

El diverso que en mi respira
del otro lado del espejo,
apariencia, dolor, mímesis.

La delgada mirada que mantengo en el cristal
rápidos movimientos oculares
sueño.

La estática me abandona y el frío se convierte en la imagen de un yo que se vierte infinitamente en el azogue. Tóxico metal impregado, alimento final, deseo de supervivencia y razón.

En el yo, dibujando una caricia. Árbol silente, planta parásita que perfúmame y yo perplejo.

Velocidad de días,
la estática se cistaliza, se absorbe.
Nosotros tus, yos,
resignificando el tiempo,
solos.
¿Qué más queda?
Ya el amor será un artefacto ajeno de alguien que quedó con nuestras huellas en algún lugar de la vaga reja.

Los enlaces desaparecen y más que nunca, en el espejo, y yo en silencio que asombra, que avergüenza.

Un yo que ya no nos pertenece.

Un yo triunfal, un que no eres.





*Una lectura del texto de Martín Buber

sábado, 26 de marzo de 2011

sentido de la verdad

poetizar la realidad
sentados
el pasado o aquello que se viene
tratándose del silencio
o apresando las fugas

y triunfar
sobre nuestro propio dolor

como si fuera esto algo con lo que poder mirar televisión

sentarse y poetizar la realidad

sin lágrimas

domingo, 20 de febrero de 2011

Islandia



Pensar en arreglar
siempre es malo.

El amor es lo único posible entre dos,
aunque la tierra gire, las tardes decaigan,
los gatos miren indefensos y tontos
con sus miradas de cerebros
de tres centímetros cúbicos.

Siempre que despierto lo sé.

Porque tú estás a mi lado.

Aunque hables en islandés
y por no tener que explicarte,
te calles.

Yo en tu silencio.

lunes, 14 de febrero de 2011

movimiento

Dormir y escapar. Más bien desembocar en el sueño, Mi cuerpo se desliza a la comodidad desde lo imposible del hoy. El sueño que viste las ideas de un olor a verdad.
Me asusto.
Rompo y me asusto. Luego mi cuerpo es el límite imposible.

Estar no es agradable.

El habitar pequeñito me gusta.

Yo lo sé

miércoles, 2 de febrero de 2011

Contracorriente/Undertow*

La resaca del cine gay
ⒸLeón Sierra Páez



La programación de Contracorriente en la parrilla comercial de OCHOYMEDIO es un gran acierto y esta afirmación está sustentada en el imparable éxito de este filme en varios festivales del mundo, incluidos dos de nuestras muestras más importantes: Cero Latitud y El lugar sin límites. Es una apuesta por construir una estética clara del cine posible para la audiencia posible y la que se desea crear y nutrir en nuestro medio.


Dos hombres en escena: guapos , exultantes de sexualidad. En estreno Contracorriente,
filme peruano de Javier Fuentes-León, este mes en OCHOYMEDIO.


La cinta del realizador peruano Javier Fuentes-León, ópera prima, es una delicada mirada sobre varios tópicos que el cine contemporáneo intenta enfrentar de varias maneras, sin el interesante acierto que posee esta cinta.

Género: Cine Gay. Y este temerario tag, que como cualquier taxonomía, encierra y congela, es superado en los límites del lenguaje audiovisual con herramientas técnicas –y con esto no me refiero a lentes o lámparas–, con las que abordan la narración homo erótica, se supera en retórica, poética y política. Suficientemente manoseado el tema de chico conoce a chico, una vez que incluso la parodia gay buddy movie ha empalagado y pervertido la imagen del cine mundial, presa de la ola mercantil del boom rosa, es en este estupendo filme cuando las transversalidades sociales y económicas le aportan la distancia suficiente para ser mirado con atención y gozo: dos hombres en escena de cama, guapos, exultantes de sexualidad logran un buen contrapunto con la norma pene-vagina-pose del misionero.

Es curioso que mientras más se discute en nuestro medio sobre la necesidad del mencionado cine de género, las cinematografías también emergentes como la peruana, nos dan claves certeras sobre el codiciado mito del género en cine. Una ghost movie, donde la visibilidad de un muerto es polisemia, dotando de otro significado a aquella otra visibilidad imposible del amor entre dos hombres. Así, perfectamente, puede el realizador hablar del otro género, el que nos interesa, el de la identidad de género, que manifiesta, pone en evidencia, devela una relación homosexual en un país de nuestra América.

La trama que entreteje, al mismo tiempo, sin justificar, estas dos ideas anteriores, y se agarra de otra hebra narrativa, el realismo mágico. Esto me recuerda a que Rauda Jamis, en la biografía de Frida Kahlo se esmeró en contar que cuando André Breton, el macho dominante del surrealismo mundial, autoproclamado gerente-propietario del movimiento artístico desde la metrópoli parisina, conoció la obra y la persona de la pintora mexicana, le dio la bienvenida oficial al surrealismo, a lo que ésta contestó con una sabia negativa: “Señor Breton, yo no soy surrealista, yo pinto mi realidad”. La realidad americana, donde un machismo atávico y católico campea con otro catolicismo del siglo veintiuno, ambos fervientes fustigadores del amor entre dos hombres, son paradójicamente personajes de una realidad que se brinda construida y estética a los ojos de un cineasta inteligente como Fuertes-León y de un espectador despierto que al mismo tiempo tenga el deseo de entregarse al placer de ver y verse a sí mismo desde un lugar de enunciación ubicuo y sorprendente.

Contracorriente es una refrescante resaca, curada con cebiche peruano, que nos libera de varias ataduras del cine de autor. Cine para disfrutar, cine sin complejos.



*Articulo publicado en OCHOYMEDIO.

sábado, 8 de enero de 2011

viernes, 7 de enero de 2011

Lilith*

Puta entre las putas.
Manuela Romoleroux - Mariano Godoy

ⒸLeón Sierra (texto y foto)


“Moon will lead me on
Moon will guide us through
Moon will turn me on“
Lilith - Björk


La tradición judaica habla de una mujer primigenia, la primera mujer de Adán, la mujer que fue hecha como el hombre, a imagen y semejanza de Dios; la que se reveló en contra de su marido porque éste la obligaba al sexo en el suelo y al verse forzada, pronunció el nombre de dios y salió volando fuera del jardín del edén.

En lingüística, Lilith tiene raíces en lenguas ancestrales como el hebreo, donde su raíz denota retorcimiento, movimiento retorcido, noche, así, esta vuelta de la noche que por la noche vemos a la mujer dueña del artificio nocturno, nos sorprende en la puesta en escena donde Manuela Romoleroux tuerce su cuerpo inumerables veces mientras reza el texto de Jeremy Vagabundo.

Así, Lilith, puta del edén, mujer libre es, la voz de la mujer vetada, la presencia vaga de la mujer que en sueños roba el semen de los hombres que lo derraman tras sueños acalorados y así, el mito dice que Lilith engendra hijos y demonios; pero esta imagen vana de la mujer ladrona bruja no es sólo una imagen literaria. En la puesta en escena de La Petisa Babilonia, la ausencia absoluta de acciones es reemplazada por un bailar el texto. Yo adivino, luego, la completa simbiosis de esta diosa mitológica judaica con el trabajo corporal de Manuela Romoleroux que se retuerce y frena ante un texto de carácter lírico.

Podríamos preguntarnos por la acción dramática de esta obra y tardaríamos un buen tiempo en concretarla. Desde luego, la puesta en escena o el texto no son condescendientes con el espectador, piden un público despierto para decidir qué es lo que pasa mientras mira y escucha “"ojos bonitos / puedo llamarte ojos bonitos / puedo creer que tus ojos aún me miran / parpadeo / parpadeo lento / parpadeo lleno de gracia y de luz /de amores sin nostalgia y en secreto / sueño impreciso, solitario... / puedo llamarte ojos bonitos / puedo / ojos bonitos... / ausencia de ti, recuerdo que perdura, / miradas invisibles / mirada que antes fue alegría, mirada que ya no estás / que está pero no está / que estuvo / puedo / llamarte / ojos bonitos / puedo…”

Y es que me parece muy honesta la obra porque no juega con el espectador al eterno y barato juego de haga lo que yo haga, tú harás como que en el escenario están ocurriendo cosas, sino que de verdad ocurren. ¿Qué ocurre? Pues que una actriz atravieza unos textos y estos a su vez dibujan a la actriz que, ya hecha por el texto lo cuenta al público en unas ocasiones y en otras se lo dice al bandoneón y por ligeros momentos, se lanza a cerrar la cuarta pared y el monólogo crece en lo más ortodoxo que técnicamente puede ser, un soliloquio.

¿A quién le habla el actor del monólogo si no tiene a nadie?

Técnicamente hablando, un actor tiene que construir el interlocutor cada vez que procesa el texto en un ensayo o en el terreno de la representación. Puede tomar al público y subjetivarlo u objetivarlo con la intensión de dotar a la representación de una realidad plausible para el propio espectador, que recordemos, ha pagado una entrada para creerse una historia que de antemano sabe que es mentira. Pero que por mucho que milite en la convención, hay un límite para la verosimilitud. La objetivación del público es un buen ejercicio entonces para que la función representativa del teatro se cumpla casi por arte de magia y sin demasiado esfuerzo. Sin embargo, con Lilith Espíritu Libre, asistimos a un excelente ejercicio de actuación, donde la puesta en escena está al servicio de la actriz quien por momentos seduce al público y al músico y por momentos, se abstrae a la rigurosa creación del entorno lejano de aquella mujer que en los inicios de la mitología judía, dejó a un hombre por buscar el amor.

Excelente trabajo.



Artículo publicado en el revista de análisis escénico y crítica EL APUNTADOR n∘ 45

jueves, 6 de enero de 2011

La República Análoga*

Historia de nuestra manoseada historicidad.

Manuela Romoleroux y Gerson Gerra
ⒸLeón Sierra (texto y foto)




De la nebulosa aparecen los hacedores.

Las formas, las ideas que nos gobiernan las hacen los hombres (más que las mujeres, lamentablemente), sus sueños y sus recuerdos. Los gobiernos parecen entonces como gigantes juguetitos para niños caprichosos que recorren sus dominios destrozando los coches de hojalata, rasurando muñecas o ensuciando ropas recién planchadas que sus madres se esmeran en producir. Las madres, las hacedoras de las repúblicas.

Hombre ilustrados, mujeres que juegan al juego del macho -o sea, ser ilustrados-, mercachifles, depresivos y revolucionarios construyen la posibilidad del sueño, cada vez, por encima de atavismos y ganándole el pulso al monstruoso hombre capital, hombre historia, hombre barbarie y muchos submundos humanos que se revelan en el proceso histórico del devenir. Hombres y mujeres en un mercado del quehacer renovador, renovando nuevas cárceles para la vida. Repúblicas refundadas en ideas propias fracasadas. La noción del fracaso como arquitecto de nuestros sueños.

Ya en las tablas, una revisión que permite una producción cara: un mes y medio de trabajo creador, en algunos casos, un lujo y en otros, un extracto o esencia del trabajo necesario para montar una creación escénica. Felizmente, los navegantes de esta nave cuentan con buen recorrido y la travesía toca tierras sin percances y algún que otro acierto y genialidad. Se agradece la liberación endémica de una puesta en escena ya en desuso: artesanía que se retira, dejando paso a cuadros clásicos que se renuevan como un fondo de armario y que proveen a la propuesta de una limpieza muy refrescante.

El mestizaje actoral, donde los diversos procederes siembra un fértil ya campo de trabajo lleno de dificultades, augura un espectáculo simultáneo, actores intentando contar lo que tienen que contar y a su vez, intentando contarlo desde el consenso creador. Las imprecisiones son apenas baches que un camino casi en atajo (procesalmente hablando), muestran en resultado lo que dialécticamente es su proceder.

Apuntes sobre la visión de La República Análoga, última producción dramatúrgica y escénica de Arístides Vargas, hombre sensible y de nuestro tiempo, director del grupo Malayerba de Ecuador y gestor de este proyecto que junta a creadores de los grupos Guillermo Troncoso, Compañía El Árbol Danza-Teatro, Centro Cultural la Casa Murga, y La Trinchera de Manta y el propio grupo Malayerba de Ecuador.

Así, el programa iberoamericano de ayudas a la creación escénica, IBERESCENA, comienza aunque con lento paso de caracol su andadura en nuestro entorno. La República Análoga, de Arístides Vargas, es una de las tres producciones que se han otorgado en la pasada convocatoria y que cuentan con un integrante ecuatoriano como contraparte de la producción, requisito indispensable para su consecución.

Así, los creadores se suman paulatinamente a las políticas culturales que los gobiernos subscriptores de estos convenios, mejor creen para desarrollar un lenguaje cultural en diálogo.


Para saber más:
http://www.iberescena.org


*Artículo publicado en el revista de análisis escénico y crítica EL APUNTADOR n∘ 45