domingo, 22 de noviembre de 2009

UNO



................La ciudad me inunda.

................Súbitamente, en un semáforo, me he puesto a llorar.

................Ha sido después de ir al supermercado y llenar el coche de cosas familiares; de la familiaridad de la vida, la que se ha compartido.

................Me hablaba Emilia, de su novio Nicolás, de cómo se levanta más temprano que ella y espera hasta las diez para despertarla con el desayuno.

................Ellos tan solo tienen veintitrés años.

................En el supermercado, el cajero me ha sonreído demasiado. Eso, el vacío de la calle, las luces de un megacine que han construido en solo dos meses, la tarde gris... La ciudad precipitándose entre mis ojos ha disparado algo antiguo.

................Un dolor sin razón.






1 comentario:

León Sierra dijo...

Versión 2.0 de un texto desempolvado de este mismo blog, que he trabajado y mejorado gracias al taller de escritura que estoy haciendo con Juan Carlos Cucalón, Fina-LIT.

Intentaré dejar colgados las versiones en los comments, como lo hago en este de explicación de su nueva publicación. Juan Carlos comenta la reciente aparición de este pequeño subgénero de narativa poética o poesía narrada, llamado epígrafe, que no es lo que en el DRAE encontramos como su significado.

Los posts de los blogs, de ciertos blogs mínimos se acercan mucho a este subgénero. Menos es más, y más intenso, supongo.

Una actividad más, el encierro acecha menos.