Cae la lluvia. El niño y la gata duermen.
Yo amo al niño, a la gata
y el ruido de la lluvia en los cristales.
Pero también me asusta.
Es mi manera de amar: tener miedo.
¿Qué más podría decir yo del amor?
Leopoldo Alas Mínguez (1962-2008)
Yo amo al niño, a la gata
y el ruido de la lluvia en los cristales.
Pero también me asusta.
Es mi manera de amar: tener miedo.
¿Qué más podría decir yo del amor?
Leopoldo Alas Mínguez (1962-2008)
Pienso en una mujer, mujer-objeto.
Cuando veo los corazones sanguinolentos de Paty Torres, imagino la posibilidad de objetivar el dolor. Es como si el corazón, hinchado, mutado, extirpado, muerto, Dibujase la curva de la ausencia y la sumiera para sí, en una asombrosa somatización que lo crece.
El paro cardíaco de la extenuación por la pérdida, (re)simbolizado por la acción. La mujer-objeto, dueña de su objeto lo aleja de ella para transfigurarlo y no morir en el intento de ser el objeto de deseo y/o matar al sujeto causante de dicho infarto, Glorioso infarto que resuena en el eco eterno del Big-Bang, Todavía. Corazón inerte que aún puede exponerse a la performática del recuerdo, Ser huella y Ser de su propia e histórica muerte.
Un clavo que saca a otro y deja un hueco fláccido donde apoyarse peligrosamente; un corazón y su llave, el corazón partío, corazón de melón, amorcito corazón, my shungo latin for you, somos todo corazón, y, a veces, con el corazón en la boca. Ideas. Palabras que salen del corazón y que vuelven, vistas por la artista, a configurar objetos hechos por acciones.
Las acciones del amor, físicas y fundamentales.
Pienso en un objeto. Un objeto construido por una mujer. Un objeto femenino.
Cuando veo los corazones sanguinolentos de Paty Torres, imagino la posibilidad de objetivar el dolor. Es como si el corazón, hinchado, mutado, extirpado, muerto, Dibujase la curva de la ausencia y la sumiera para sí, en una asombrosa somatización que lo crece.
El paro cardíaco de la extenuación por la pérdida, (re)simbolizado por la acción. La mujer-objeto, dueña de su objeto lo aleja de ella para transfigurarlo y no morir en el intento de ser el objeto de deseo y/o matar al sujeto causante de dicho infarto, Glorioso infarto que resuena en el eco eterno del Big-Bang, Todavía. Corazón inerte que aún puede exponerse a la performática del recuerdo, Ser huella y Ser de su propia e histórica muerte.
Un clavo que saca a otro y deja un hueco fláccido donde apoyarse peligrosamente; un corazón y su llave, el corazón partío, corazón de melón, amorcito corazón, my shungo latin for you, somos todo corazón, y, a veces, con el corazón en la boca. Ideas. Palabras que salen del corazón y que vuelven, vistas por la artista, a configurar objetos hechos por acciones.
Las acciones del amor, físicas y fundamentales.
Pienso en un objeto. Un objeto construido por una mujer. Un objeto femenino.
*lectura epistémica sobre el trabajo de Patricia Torres, exponiéndose desde hoy hasta este viernes en la Sala Goethe de la Asociación Humboldt de Quito.
1 comentario:
Realmente no me había fijado en el "intro" de este post hasta hoy... O tal vez sean solo mis paranoias. Niño, gata... Paranoias
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