la más humana de las felicidades
el temor concreto
la certeza de la piel
nubes por las que navego entre días soleados
merezco paz y casi nada más
cerrar unas puertas que la curiosidad apenas justificaría
vivir un presente de fantasmas
odiar amar vivir
en definitiva
volver a ser yo
Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
ResponderEliminarDe no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
En un último, austero alarido!
Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono
De su alarido!
Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire
En la noche, nada más allí!
F. Pessoa